Cómo analizar las cuentas por cobrar comerciales - Parte 2
Compartir
El tiempo de cobro representa uno de los indicadores más importantes en el análisis de la dimensión temporal de las cifras del balance.
De hecho, no hay que olvidar que, además de las dimensiones económica (capacidad de producir ingresos), patrimonial (composición de las inversiones y fuentes de financiación conexas) y financiera (transformación de costos e ingresos en ingresos y gastos monetarios), existen Existe una cuarta dimensión, la dimensión temporal que impregna todos los esquemas de estados financieros y que puede analizarse utilizando los siguientes indicadores de duración:
- Tiempo promedio de cobranza de crédito (a)
- Tiempo medio de existencias en almacén (b)
- Tiempo medio de pago de la deuda (c)
Estos tres indicadores, apropiadamente sumados (a + b – c), constituyen el ciclo monetario , o ciclo del efectivo , que representa el tiempo entre el primer pago de dinero y el primer cobro de dinero, o en otras palabras es una medida del la capacidad de la empresa para resistir una escasez de liquidez a lo largo del tiempo.
Deficiencia debido a que la dinámica económica (obtención de ingresos y mantenimiento de costos) en la mayoría de los casos no coincide con la dinámica financiera (ingresos y pagos), sino que la precede.
Y es precisamente el alcance de este aplazamiento lo que debe analizarse cuidadosamente, ya que este desfase temporal está estrechamente vinculado a las necesidades financieras a corto plazo .
La necesidad financiera está, por tanto, ligada a la dinámica del capital de trabajo neto (créditos + inventario - deudas), del cual los tres índices de rotación enumerados anteriormente representan una expresión en términos de la velocidad de monetización de las partidas relevantes.
El ciclo monetario se puede esquematizar de la siguiente manera, dentro de la representación de la gestión de las empresas en los ciclos operativos:
En el ejemplo de la figura, desde la fecha de pago de las materias primas a proveedores (28 de mayo) hasta la fecha de cobro a los clientes (21 de julio) de las ventas de productos terminados, pasan 54 días, que también se pueden calcular de la siguiente manera:
Obviamente, esto se aplica a las empresas manufactureras .
En el caso de las empresas comerciales , sin embargo, al no incluirse la parte relativa al ciclo productivo y a los tiempos de almacenamiento de las materias primas y de los productos acabados, el esquema se simplifica un poco más:
También en este caso la duración del ciclo monetario es idéntica, pero el cálculo es más sencillo:
Es muy importante monitorear la duración del ciclo monetario en el tiempo porque, como ya se mencionó, esta cantidad tiene importantes repercusiones en las necesidades financieras, ya que:
- un aumento en el tiempo de cobro a los clientes conduce a un aumento de las necesidades de efectivo ( absorción de liquidez );
- un aumento del tiempo de almacenamiento de los bienes conduce a un aumento de las necesidades de efectivo ( absorción de liquidez );
- un aumento en el tiempo de pago de los proveedores conduce a una reducción de los requerimientos de efectivo (falta de absorción, por tanto, generación de liquidez ).
Después de este breve repaso a la dimensión temporal del balance, con especial atención a la dinámica de los créditos comerciales, en próximas aportaciones nos centraremos en el indicador de tiempo de cobro de créditos ( DSO ), tratando de comprender sus métodos de cálculo, significado y posibles usos en la práctica.
(continúa en la parte 3 )